Nuestra casa en la primavera. En el patio delante de la casa hay, a la derecha, una escalera que sube a la terraza con vista al campo.
 
Delante de la casa tienen una vista preciosa al mar en una distancia de ocho kilometros.

Es una casa de un pueblo típico andaluz, en cuyas paredes crece la hiedra. En verano, los huéspedes encuentran delante de la casa, un techo de hoja abundante que da sombra y proteje del calor en el interior. En la parte posterior de la casa se halla un jardín-terraza natural, con una gran variedad de todo tipo de plantas, donde la flora del mediterráneo se despliega en todo su esplendor: pinos, olivos, naranjos, limoneros, jazmines, hibiscus. Un lugar ideal para el reposo, del que los huéspedes gozan a la hora de la siesta, en la hamaca.
 
En invierno, hay estuvas de gas suicientes para calentar la casa y ahuyentar el frío y además, el sol luce, casi todos los días, en el patio y en la amplia terraza.
 
La casa tiene cabida hasta para seis personas; hay tres dormitorios, un salón grande con chimenea, una cocina y un baño. El mobiliario es sencillo y dispone de suficiente vajilla y sabanas; hay, además, lavadora y televisión con antena parabólica.
 
Para nosotros es importante que los huespedes se sientan bien y que la relación precio-oferta sea equitativa.
 
Pueden solicitar nuestra lista actual de precios y naturalmente para estancias de larga duración hay precios especiales.